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Magia con Mensaje

Aprendizaje Profesional a través de la Magia

José Luis Santamaría

La Caja de Cultura Corporativa

22 enero, 2019 by José Luis Santamaría Leave a Comment

Como si del viaje al Reino Mágico de Avalon se tratase (que de hecho fue desde el inicio la alegoría que originó Magia con Mensaje), os propongo en este artículo una nueva etapa en el tránsito de conocer diferentes aspectos de nuestra iniciativa, intentando en lo posible aportar “píldoras mágicas” que os ayuden humildemente a aprender un poquito más.

Nos sumergimos en una de las cuestiones más patentes y candentes en las transformaciones que de manera continua abordan las Organizaciones.

Desde hace años estamos definiendo el paradigma en el que se desenvuelven las compañías como “V.U.C.A.”, atendiendo al acrónimo inglés cuyas siglas podríamos interpretar como “Vulnerabilidad”, “Incertidumbre”, “Complejidad” y “Ambigüedad”. Este es el contexto en el que los líderes de las Organizaciones han de definir la Cultura Corporativa (Misión, la Visión y los Valores).  Lo han de hacer del modo lo más certero y, a la vez, dinámico como para ser útiles y factibles a pesar o a favor de V.U.C.A.

Traslademos ahora el concepto expresado de “Cultura Corporativa” a la alegoría de un Caja (un “cubo” o hexaedro rectangular). Esa “caja” nos permite albergar y proteger lo importante de la Organización (crecimiento, impacto social, beneficio económico, posicionamiento en el Mercado…) con la flexibilidad necesaria que impone el entorno V.U.C.A.

De la Caja, ya tendríamos 3 caras (las antedichas Misión, Visión y Valores). Precisamente son esas tres las que de manera clásica se definen por parte de los líderes de la Organización, pero precisamente son las tres “caras rígidas” de la Caja. Esas 3 dimensiones son las que “albergan y protegen” lo importante, pero precisamente por ello en muchas ocasiones “anquilosan” las posibilidades de evolución y “oprimen” a los empleados.

De manera muy frecuente constato como los integrantes de la Organización no llegan a “hacer suya” la totalidad de la Misión, la Visión y los valores definidos, y esto crea una especie de “esquizofrenia” que finalmente afecta de pleno en la evolución de la Organización.

¿Y por qué? Porque estamos hablando de una caja con 3 caras “que protegen y albergan” pero con otras 3 caras que han de “flexibilizar y dinamizar”, han de ser caras “movibles”, que permitan expandir la caja tal y como cambia el contexto. Tal y como necesitan los empleados (al cambiar sus objetivos, retos y necesidades). ¿Y cuáles son esas 3 caras de la caja? Hablaremos de ellas como las “3 C’s”… a saber:

  • Compromiso: No podemos/debemos olvidar la raíz etimológica de este importante término (resumidamente “con-promesa”). El empleado debe renovar la “promesa” que realiza cada día en relación a su responsabilidad y desempeño, y la empresa ha de hacer lo propio. La Organización ha de procurar mecanismos que permitan que lo anterior suceda de un modo “bidireccional”.
  • Colaboración: No sólo procurar procesos, sistemas, herramientas,… que permitan “el trabajo conjunto”, sino dotar de una “mentalidad fuera de la caja”, en la que cada integrante de la Organización atienda e impacte en los objetivos, retos y necesidades de aquellos con los que se relaciona (compañeros, managers, proveedores, clientes,…).
  • Capacidad: Estando muy atentos al conjunto de competencias (sobre todo las relacionales) que un individuo posee a la hora de afrontar y desarrollar un desempeño eficaz.

Profundizar en cada una de estas “3 caras” es literalmente imposible en un artículo como el que nos ocupa. Me “comprometo” (acordaros de “promesa”) a que iremos desarrollando con la profundidad necesaria estos aspectos en futuros artículos de este blog.

Mientras lo anterior ocurre, nos encantaría que pudierais percibir de primera mano cómo lo hacemos en cada una de esas dimensiones de la caja en nuestras actuaciones e iniciativas de “Magia con Mensaje”. Además, en alguna ocasión os podéis encontrar con la “cajita mentalista” de mi compañero Borjo Meyer y somatizar todo lo anterior de un modo divertido y a través de la magia.

¡Qué la magia os acompañe!

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El Eterno Aprendiz. El arte de acompañar en el aprendizaje

12 diciembre, 2018 by José Luis Santamaría Leave a Comment

Seguimos con otro artículo de “Magia con Mensaje” con el ánimo de continuar aportando humildes píldoras que permitan ir desgranando cómo concebimos esta iniciativa, y cómo con ella pretendemos que los colectivos aprendan de una manera diferente, no sólo por el medio en que se desarrolla ese aprendizaje sino por lo que se consigue al cambiar el enfoque.

Fíjate que digo “que los colectivos aprendan”, no digo “que nosotros enseñamos a los colectivos”. ¿Cuántas veces al día, desde hace ya bastantes años, escuchas que estamos en la “Era de la Información”? Y es así, me convencí de ello durante los años que desarrollé mi carrera profesional en el ámbito de la Consultoría y la Tecnología, y lo reitero ahora en mi faceta de “acompañante en el aprendizaje”. Estamos rodeados de redes que “supuran” datos, influencers “3 en 1”, eventos y charlas de “gurús” que nos aportan milagrosamente la “recetas mágicas” que nos llevarán al éxito y “arreglarán” nuestra existencia en un número mínimo de pasos, sin más compromiso por nuestra parte que el de reconocer que realmente poseen ese don de “gurú”…

Mi reflexión más inmediata ante esa certeza es que muy probablemente dispongamos de exceso de información, de exceso de maestros, un “exceso de enseñanza” y tengamos una clara carencia a la hora de aprender.

¿Por qué?

  •  Porque aprender es “la acción de adquirir y retener conocimiento, habilidad o información sobre alguna materia”. La palabra aprender deriva del latín “apprehendere” compuesto de los prefijos “ad-“ que indica “hacia”, “prae-“ que se refiere «antes» y “hendere” que significa “agarrar o atrapar”. …
  •  Porque para aprender hay integrar, y para que el aprendizaje sea real la integración ha de ser:
  1. Primero, intelectual (tengo que entender, tiene que tener sentido en relación a lo que me importa de verdad)
  2. Segundo, emocional (tengo que sentir que ese sentido es factible para mí)
  3. Tercero, vivencial (tengo que entender cómo llevo a mi día a día lo que siento que me hace sentido, pero lo más importante… tengo que llevarlo a mi vida)
  • Porque para que lo anterior se produzca es necesario identificar y calibrar cuánto pongo en juego de lo que actualmente me hace ser YO. ¿Y qué es esto? Pues el conjunto de juicios, creencias, emociones y opiniones que me han hecho llegar hasta donde estoy.

Para que los dos primeros “porques” sean efectivos el medio en que se desarrolla el aprendizaje es clave. Sabes que nosotros, en función del contexto, optamos por la magia como vehículo que aporta lo necesario para que lo relativo a ambos “porques” sea óptimo, pero hay otras vías.

Es en el último “porque” donde radica la importancia del título de este artículo: ”EL ETERNO APRENDIZ. El arte de acompañar en el aprendizaje”.

Fijémonos en la primera parte: “ETERNO APRENDIZ”… Si somos conscientes de que a la hora de aprender tenemos que trabajar con nuestros juicios, creencias, emociones y opiniones, debemos además ser conscientes de que esa dinámica va a ser inercial hasta el momento en que dejemos de existir (a no ser que estés seguro de que lo que has aprendido te servirá hasta ese momento, lamentablemente no es mi caso).

Pero esto tiene “trampa” porque esos juicios, creencias, emociones y opiniones que nos impiden “agarrar o atrapar” el aprendizaje que necesitamos en cada momento, nos son transparentes, no los percibimos.

Y es aquí donde aparece como importante la segunda parte del título: “El arte de acompañar en el aprendizaje”. Es necesario y útil el contar con alguien que nos acompañe en el aprendizaje, mucho más que para “enseñarnos”, en términos de “transmitirnos los conocimientos necesarios”, lo cual muchas veces será también necesario, para ayudarnos a identificar cuáles son esos juicios, creencias, emociones y/u opiniones que nos limitan a la hora de llevar a cabo una integración real de lo aprendido. Una vez conseguimos, con esa ayuda, identificar lo necesario nos ha de acompañar a hacernos las preguntas correctas para decidir qué queremos hacer con ello, por ejemplo, ¿estamos dispuestos a modificar, reaprender, ampliar,… ese juicio, creencia, emoción y/u opinión? ¿qué vamos a conseguir? ¿Cómo ampliará eso nuestro espacio de posibilidad?

En Magia con Mensaje aportamos el contexto en el cual se puede obtener un aprendizaje efectivo con el acompañamiento más adecuado.

Te pido perdón, de corazón, si lo que he contado aquí te ha sonado a “gurú”, no era mi intención 😊

¡Que la magia os acompañe!

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Del Mentalismo a la Mentalidad

7 noviembre, 2018 by José Luis Santamaría Leave a Comment

Hace un par de semanas leía el artículo de mi amigo y compañero en este viaje de la Magia con Mensaje hacia AVALON, un tal Borjo Meyer (artículo “Magia como Canal”).

Al leer el inicio del artículo, en el que aludía a cómo nos conocimos y pergeñamos este proyecto, recordé uno de los juegos que más me impactaron. Era un juego de mentalismo en el que hacía uso de su artilugio “La Cajita Mentalista”. Recuerdo también como, al interaccionar con el asistente al evento que, incrédulo, atendía a las indicaciones de Borjo, le decía: “Estoy en tu meeeenteeeee…”. Y os prometo que observando el resultado del juego desde luego así parecía, “estaba en su mente”.

Lo anterior es algo que he corroborado a lo largo de los años, cada vez que he asistido a una actuación de Borjo, cada vez que diseñamos y desarrollamos una actividad de Magia con Mensaje en la que hacemos uso de juegos de mentalismo.

Y, a pesar de que a lo largo de los siglos se ha definido el mentalismo de mil maneras (“como disciplina que explora los límites de la mente, más allá del ilusionismo”, por ejemplo), cada vez estoy más convencido de que no hay mejor manera de expresar el mentalismo que hacerlo como hace Borjo, como la acción por la cual “Estoy en tu meeeenteeeee…”.

De manera muy simplista el proceso del mentalismo podría expresarse de la siguiente manera:

  • El mago identifica un objeto, palabra, … en la mente del sujeto
  • Lo hace propio
  • Desarrolla un juego en relación con el objeto que impacta en el sujeto y en el público

Si la magia fuera magia, si el mago pudiera “estar en tu mente» ¿lo permitirías? ¿saldrías voluntariamente al escenario y te dejarías hacer? ¿abrirías alegremente tu tesoro para que fuera observado, disfrutado o quizás saqueado por alguien que ni conoces?

En Magia con Mensaje trabajamos con el mentalismo pero también con la mentalidad. Y lo hacemos porque el trabajo con la mentalidad sí es real, y cuando se desarrolla con un objetivo de transformación en positivo, se convierte en una herramienta clave para que los cambios individuales y en el colectivo se produzcan desde una perspectiva de utilidad y efectividad, y de un modo completamente persistente.

¿Y qué es la mentalidad? Es el modo en que:

  • Identificamos los retos, objetivos y necesidades de los demás
  • Nos hacemos cargo de ellos
  • Y modificamos nuestro comportamiento para impactar en ellos del modo más eficaz posible.

Luego la mentalidad tiene que ver con un proceso similar al del mentalismo, pero su impacto en los demás es real, no es “ilusorio”.

La mentalidad en el sentido que la estamos expresando, y cuando se gestiona y desarrolla teniendo en cuenta a los demás y a nuestro impacto en ellos, cambia nuestras relaciones, nuestra comunicación, la consecución de nuestros resultados…

La mentalidad es la base de nuestros comportamientos. Como, por ejemplo, expone y desarrolla el Modelo de Arbinger Institute (“Outward Mindset”), si atendemos a nuestra mentalidad y a cómo ésta impacta en los retos, objetivos y necesidades de los demás, podremos modificar nuestros comportamientos, habilidades, procesos, sistemas… en pos de mejorar nuestros resultados colectivos e individuales.

A través de dinámicas desarrolladas a medida de Magia con Mensaje somos capaces de articular cambios en la mentalidad de los colectivos, en el sentido que hemos expuesto, a través del fantástico vehículo del mentalismo. De este modo, el mentalismo se convierte en el mecanismo “ilusorio” que permite la realización de cambios consistentes y útiles en la mentalidad, y por ende en los comportamientos y los resultados.

Muchas gracias por leer a este humilde expansor de mentalidades y nos vemos la próxima semana con un nuevo vídeo.

¡Qué la magia os acompañe!

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Los tres niveles del aprendizaje

10 octubre, 2018 by José Luis Santamaría Leave a Comment

La semana pasada iniciamos un ciclo de contenidos en el marco de nuestra iniciativa “Magia con Mensaje”. Lo hicimos con un primer vídeo introductorio de un conjunto de 15, que iremos intercalando a lo largo de los próximos meses con artículos propios que expresarán nuestra visión, la de Borjo y la mía, acerca de nuestros DOS MUNDOS (LA MAGIA y EL APRENDIZAJE).

Imaginémoslo como un viaje al mítico Universo de AVALON, en el que se producen los aprendizajes A TRAVÉS DEL IMPOSIBLE DE “LA MAGIA CON MENSAJE”. Como el que tuvo que realizar cualquier aprendiz para entrar en el Mundo Mágico de la resolución.

Cuenta el mito celta que la isla de Avalon es una isla habitada por hadas, y donde se pueden encontrar manzanos con sabrosas frutas durante todo el año, lo que para nosotros serán los aprendizajes que nos ayudan a ser lo que queremos ser.

Por eso nos parece interesante empezar esta serie de artículos por uno que introduzca nuestra visión acerca del aprendizaje.

Hace años, cuando transitaba en mi proceso de capacitación, toma de experiencia y certificación como coach, di con el siguiente texto de Brad Blanton, en el marco de su paradigma “Radical Honesty”:

“Sufrimos desde el pensamiento. Hacemos ciertos supuestos sobre el mundo, y nos quedamos apegados a estos supuestos. Hemos trabajado muy duro para elaborar nuestras ideas, como para soltarlas cuando se vuelven inútiles. Para sobrevivir hemos de aplicar lo que hemos aprendido de la experiencia, pero para vivir y crecer, tenemos que superar constantemente lo que hemos aprendido en el pasado.”

Es precisamente ese momento, aquel en el que sentimos que tenemos que empezar a vivir y crecer, y dejar de sobrevivir, cuando se inicia el aprendizaje. Es un aprendizaje ontológico (confiere a todo nuestro ser), y por ello ha de integrar todo lo que somos (mente, emoción y cuerpo). Es un viaje en el que debemos modificar aquellos juicios que nos limitan, aquellas creencias que nos anclan, aquellas opiniones que sólo nos llevan a intentar tener razón y esa manera de gestionar nuestras emociones que no nos es útil para lo que queremos conseguir.

Para llegar a nuestro destino, a ese Avalon que nos otorga un nuevo vivir en crecimiento, será necesario transitar por tres niveles, como camino para modificar aquellas creencias, juicios, opiniones y emociones que ya no nos están siendo útiles. Considero los tres niveles como etapas que se han de producir de manera secuencial. Igual que en el viaje mágico a Avalon, el aprendiz se veía acompañado por las Reinas Magas, en nuestro aprendizaje debemos pasar por todos y cada uno de los tres niveles. ¿Y cuáles son esos tres niveles? Pasemos por ellos someramente, ya que en posteriores artículos profundizaremos por ellos del modo lo más pragmático posible:

  1. Nivel intelectual (racional): Para aprender debemos primeramente “entender” (en el sentido de “penetrar”), para luego “comprender” (en el sentido de “abrazar”). Consiste en la capacidad para adquirir nuevas distinciones (conceptos) que nos permitan conocer y hacer sentido al mundo que queremos alcanzar como nuevo espacio de posibilidad para nosotros. Demos ahora sentido a lo que este nivel supone de manera práctica en el desarrollo de nuestra iniciativa “Magia con Mensaje”. Por ejemplo, un colectivo profesional que requiere el aprendizaje de una nueva habilidad. Lo primero que tiene que suceder es que cada integrante del colectivo observe y comprenda (“abrace”) la utilidad que tendrá dicha habilidad en relación con un objetivo práctico para él. Ese es el “primer click”, aquel que supone una primera llave para empezar a abrir los candados de las creencias, los juicios, las opiniones y las emociones (como veíamos antes).
  2. Nivel Emocional: Emoción integra semánticamente el concepto de “movimiento”. Lo que sentimos es lo que nos invita a movernos en un sentido que nos acerca o aleja a algo que es importante para nosotros (en función de si la emoción es útil o inútil en relación a lo que queremos). Para continuar con un aprendizaje “de verdad” es indispensable “sentir” lo que estamos aprendiendo, ya que al hacerlo estaremos iniciando el proceso de “movernos” a cambiar lo que necesitamos cambiar para conseguir lo que queremos conseguir. Y sabemos que la Magia emociona, hace sentir, por lo que es un motor perfectamente válido para iniciar ese movimiento.
  3. Nivel vivencial: Aquí sucede el “milagro”, se incorpora plenamente el aprendizaje. Llegamos a este nivel cuando integramos la habilidad adquirida en nuestro comportamiento habitual, siempre y cuando (por los dos niveles anteriores) sabemos (nivel intelectual) y sentimos (nivel emocional) que nos será útil para conseguir nuestros objetivos.

 

Así llegamos a Avalon.

 

El viaje del aprendizaje ha de ser un emerger, un nacimiento, un ver la luz.

Debemos despojarlo de su seriedad y gravedad, y mostrar como el aprender puede abordarse y realizarse con disfrute, profundidad y alegría. Y que mejor que el humor y la magia y el coaching para hacerlo, para transitar por cada uno de los niveles del aprendizaje.

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