¡Vuelvo a vosotros con el segundo artículo de Magia Empresarial!
Antes de comenzar te invito a que te pases por el primer artículo (pinchando aquí) para que tu experiencia como lector sea más adecuada y para que te hagas una idea de mis pensamientos y reflexiones sobre la Magia Empresarial.
Esperando no cumplir con la agorera premisa de que segundas partes nunca fueron buenas, en esta ocasión os contaré el procedimiento que, como mago corporativo especializado en magia para empresas, utilizo desde que contacta el cliente conmigo hasta el «¡Hasta Pronto!» de rigor con el que me gusta despedirme y por supuesto, el procedimiento que seguimos en MCM para ofrecer la mejor experiencia. Espero que sea de vuestro agrado.
- Primer contacto: en la primera comunicación es fundamental conocer que necesita la empresa. Los clientes que contactan con nosotros suelen buscar un modo distinto, entretenido y eficaz de afrontar las típicas reuniones anuales que viene realizando.
- Propuesta: la elaboración de la propuesta tiene dos fases, una primera en la que Santa conversa con el cliente y entiende las necesidades de fondo del mismo, y una segunda en la que yo integro la forma que daremos a ese contenido previamente consensuado con el cliente. Nos encargamos de preparar un dossier detallado y lo enviamos.
- Integración: una vez aceptada la propuesta por parte del cliente, nos ponemos manos a la obra. Dependiendo de la magnitud de la dinámica, la integración contenido (coaching) y forma (magia) el número de las reuniones preparatorias es distinto. Por regla general, cuatro o cinco reuniones no nos las quita nadie.
- Ensayo: terminado el trabajo sobre el plano, comienza el trabajo de campo. Debido al contenido escénico de nuestra dinámica son precisos varios ensayos para alcanzar una calidad óptima de presentación que nos sirva para transmitir con claridad y eficacia el contenido elaborado.
- La dinámica: el día de la dinámica en si implica uno o dos ensayos previos in situ y la preparación de todo el material, no sólo la parte mágica sino también la parte técnica en sentido estricto.
- Feedback: para nosotros es imprescindible crecer pero crecer bien y para ello necesitamos la opinión del cliente, su sensación y sus opiniones con respecto a los campos que debemos mejorar. Nos gustan los halagos (¿a quién no?) pero en este momento no nos conviene inflar el ego sino enfocarnos en perfeccionar la dinámica.
Este es el proceso, a grandes rasgos y muy resumido, que empleamos en MCM desde que nos llega el lead hasta que nos despedimos del cliente con un deseado ¡Hasta Pronto!.
Espero que os haya interesado, y sobretodo que sirva para poner sobre la mesa nuestra manera de trabajar. No obstante, esta enumeración de fases quizás cambie en unos meses encaminándose al minimalismo aún más o añadiendo alguna fase en la que «no habíamos caído».
Vuestro feedback es muy importante, así que esperamos vuestros comentarios y opiniones al respecto justo debajo de estas líneas.
Nos vemos dentro de una semana con un nuevo vídeo de MCM. Hasta entonces…
¡Qué la magia os acompañe!