De la incredulidad…al momento en que nos damos cuenta del engaño de nuestra mente
Aceptando el reto que me propio el insigne Borjo Meyer en su anterior artículo “Magia Empresarial (Primera Parte)”, y en el ámbito que a mí me toca desarrollar en el proyecto “Magia con Mensaje”, junto a él, me apetecía hacer un repaso del recorrido que ya llevamos en estos meses (recapitulando actividades con clientes, foros compartidos, artículos, …).
En el contexto de estos artículos llevamos ya un recorrido que considero humildemente interesante: “los tres niveles del aprendizaje”, “del Mentalismo a la Mentalidad”, “EL ETERNO APRENDIZ. El arte de acompañar en el aprendizaje”. Visto hoy este recorrido, me he acordado de algo que Borjo me transmitió hace tiempo… (y fue algo así): “Jose, mi magia es magia para incrédulos, porque es gracias a ellos y a su intento por “pillar” los trucos, los juegos,… por lo que la magia funciona”.
Es con la materia prima de la “incredulidad” con lo que también jugamos en el área de aprendizaje dentro de “Magia con Mensaje”. Tratamos esa “materia prima” en términos de re-equilibrar el conjunto de frenos, juicios, opiniones y creencias (que podríamos decir son los 4 pilares que sostienen la incredulidad). Ponemos la incredulidad al servicio de un juego, podríamos decir “un baile”, en el que cada participante va transitando a través de cada uno de esos ámbitos que conforman su incredulidad hasta que se da cuenta de que su mente le ha estado engañando, de modo muy similar a cuando uno se “ilusiona” cuando el truco o juego de magia se resuelve con el efecto final.
En ese tránsito de la incredulidad al momento en que me doy cuenta del por qué no estoy consiguiendo o aprendiendo lo que quiero conseguir o aprender, aparece un mecanismo fundamental: EL SESGO. Recomiendo de corazón un reciente libro al respecto de la investigadora Helena Matute (“Nuestra mente nos engaña. Sesgos y errores cognitivos que todos cometemos”. COLECCIÓN NEUROCIENCIA & PSICOLOGÍA. Ed. “El País”).
Por ejemplo Bertrand Regader define los sesgos cognitivos o prejuicios cognitivos como “unos efectos psicológicos que causan una alteración en el procesamiento de la información captada por nuestros sentidos, lo que genera una distorsión, juicio errado, interpretación incoherente o ilógica sobre el fundamento de la información de que disponemos”y esto, entre otras cosas afecta a nuestro aprendizaje a nuestra evolución y transformación en pos de la consecución de aquello que necesitamos y no estamos consiguiendo.
Como demuestra la Dra Matute, sesgos hay muchísimos pero el sesgo rey es el “sesgo del punto ciego”, que consiste precisamente en el sesgo que impide “detectar nuestros propios sesgos”. Y es ese “sesgo rey” (o como diríamos en mi tierra ese “sesgo puñetero”) quizás el mayor freno para avanzar.
Estoy seguro de que con cierto conocimiento y alguna capacidad entrenada todos seríamos capaces de detectar los sesgos de los demás, pero… ¿y lo nuestros? Ese es el “Punto ciego”, y es en él donde hay que detenerse. A través de “Magia con Mensaje” ayudamos que los colectivos identifiquen sus sesgos, liberándoles de ese “sesgo de punto ciego”.
Y nos parece curioso como el mecanismo que a favor sirve para vehicular un juego o truco de magia (el propio sesgo cognitivo) sirve, al eliminarlo o aprender a gestionarlo, para conseguir aprender aquellas habilidades que se nos resisten.
¿Te atreves a identificar tus sesgos y a trabajar con ellos?
Deja un comentario